Han pasado casi dos años desde que empecé a pensar “Ciudad de los muertos” tras acabar el documental “Vida y muerte de un arquitecto”, que nos dio enormes gratificaciones a cambio de muchos peajes: censura, presiones y un estilo de filmación que necesitaba abandonar para reconectar con un lenguaje más directo.
A raíz de la presentación de mi último documental en el Festival de cine documental del Peloponeso se me pidió si podría dar una masterclass a los asistentes de este festival. Dándole vueltas me resultaba difícil concretar un tema en el que me sintiera experto.