LOS DOCUMENTALES QUE VIAJAN

El esfuerzo de idear, financiar y producir un documental de apenas una hora implica, como mínimo, un año de trabajo de un equipo, así como los fondos económicos para llevarlo a cabo. A menudo recibo proyectos con un eventual recorrido universal pero planteados de forma localista y que por tanto, desperdician un enorme potencialidad de viajar.

Por muy romántico que sea nuestro impulso a rodar sería imprudente hacerlo sin una mínima estrategia, unos objetivos más o menos claros y un análisis del interés que puede tener esta historia (aparte de nosotros mismos, claro).
Tanto si nuestra película es para todos los públicos como si no, debemos recordar que vivimos en un mundo globalizado. Hoy tenemos acceso con la misma facilidad a películas producidas por nuestro vecino, como por un creador del otro extremo del planeta. Nuestras películas, como los productos viajan cada vez más. Es altamente probable que nuestra película interese más a una minoría global que a una mayoría local. Es por ello que vale la pena estudiar qué aspectos limitan o expanden las posibilidades de que nuestra película despierte el interés más allá de nuestra localidad.

El primer elemento a tener en cuenta es la fortaleza de la historia que muestra nuestro documental. La mera observación del quehacer de un personaje no es una historia per se y sus pilares dramáticos no serán sólidos como para atrapar a un espectador exigente. Es necesario hacer visibles los acontecimientos que alteran la vida de nuestros personajes, en definitiva, su conflicto.

Existen elementos dramáticos universales que funcionan más allá de una u otra, generación o latitud. Recursos como el humor, la tristeza, el espíritu de superación de un personaje despiertan nuestra atención sin límites geográficos.
Hay además temáticas universales como la muerte, la venganza, la guerra, el amor y el desamor, la creación artística o las injusticias que serán entendidas más allá de los códigos culturales propios de cada cineasta.

Un error recurrente a la hora de plantear un documental es el de dar por supuestos unos conocimientos (históricos, socioeconómicos o geográficos) en el espectador desde donde se sustenta nuestra historia. Son elementos que deben tenerse en cuenta para que un espectador global conecte con nuestra historia. A menudo esto se solventa proporcionando o accediendo a suprimir elementos o subtramas que nos distraen o arriesgan con descolgar al espectador de la historia principal.

Obviamente los documentales que no pretenden imponer una mirada u opinión, y dejan que espectador tome sus propias conclusiones facilitará una recepción más universal que los que trabajen en una línea más militante.

En definitiva, es importante, aplicarnos a nosotros mismos lo que como espectadores ya ponemos en práctica y es una mirada que trascienden nuestra propia geografía y referentes culturales. Aun siguen siendo pocos los documentales españoles que viajan en relación a los que no lo hacen. Que un documental viaje de distribuya internacionalmente es un logro para la productora a la que abre posibilidades a alianzas con otras productoras pero sobre todo para el autor que le conecta con un público infinitamente más amplio multiplicando las posibilidades de encontrar su público más natural y entusiasta.

DOCUMENTALES SIN HISTORIA

¿Se puede hacer cine documental sin una historia? Tendemos a definir el cine documental como un género que narra historias reales sobre personajes reales. Pero ¿qué pasa si eliminamos el componente “narración” de una película de no-ficción?

“CIUDAD DE LOS MUERTOS” EN PERSPECTIVA

Han pasado casi dos años desde que empecé a pensar “Ciudad de los muertos” tras acabar el documental “Vida y muerte de un arquitecto”, que nos dio enormes gratificaciones a cambio de muchos peajes: censura, presiones y un estilo de filmación que necesitaba abandonar para reconectar con un lenguaje más directo.

FESTIVALES DE DOCUMENTAL. ¿PARA QUÉ?

Durante muchos años me provocaba un pudor enorme enviar mis trabajos a los festivales. Consideraba que los premios eran trofeos inútiles, predecibles y amañados que solo necesitaban aquellos con un ego vibrante.

LA INTIMIDAD DEL CINE ARTESANO

A raíz de la presentación de mi último documental en el Festival de cine documental del Peloponeso se me pidió si podría dar una masterclass a los asistentes de este festival. Dándole vueltas me resultaba difícil concretar un tema en el que me sintiera experto.